Célula
eucariota
La célula eucariota es la
unidad anatómica, fisiológica que da origen a los organismos que forman los
reinos Protista, Fungi, Plantae y Animalia. Presentan un verdadero núcleo
verdadero que contiene a los cromosomas y uno o más nucléolos, es el centro de
control de las actividades de toda la célula. Está aislado del resto de la
célula por una doble membrana perforada por finos canales que reciben el nombre
de poros, por los que pueden pasar agua, iones y moléculas pequeñas. El
material nuclear o cromatina se forma con el ADN y con proteínas que
posteriormente formarán los cromosomas. El tamaño de las células eucariotas es
mayor que el de las procariotas, pues
varía de 10 a 100 micras. Además su proceso de división celular es por mitosis
en las células somáticas que forman los organismos, y por meiosis en las
células reproductoras. Las células eucariotas de animales y hongos se
caracterizan por ser en su mayoría heterótrofas y de respiración aerobia,
excepto algunos hongos, como las levaduras. Las células eucariotas de plantas y
protistas fotosintéticos, por ejemplo las algas, son autótrofas y de
respiración aerobia. Poseen un citoesqueleto formado por una red de fibras
proteínicas que sostienen sus distintos organelos.
Dentro de las células
eucariotas se pueden distinguir dos grandes grupos: las células animales y las
células vegetales, que se distinguen entre sí en muchos aspectos. Célula
vegetal existe una pared celular celulósica y cloroplastos, que son los que
realizan la fotosíntesis y por otro lado tenemos a célula animal que se caracterizan por ser, en su mayoría, heterótrofas y de respiración aerobia, a diferencia de
las vegetales, que son autótrofas y
de respiración aerobia. Además,
las células eucariotas animales, como las que forman los tejidos humanos,
carecen de pared celular hecha de celulosa.
A continuación se
proporcionan las características y funciones de los organelos que forman parte
de los modelos eucarionte vegetal como animal.
La membrana celular es la capa más externa de la célula
viva y recubre el citoplasma, está formada fundamentalmente por lípidos y
proteínas. Se divide en tres capas: la capa externa y la interna están
constituidas por proteínas y la intermedia por una doble capa de lípidos.
Actualmente con la ayuda del microscopio electrónico se ha observado que la
membrana es como un modelo tipo mosaico fluido; éste propone una doble capa de
fosfolípidos con sus extremos polares orientados hacia las superficies interna
y externa y sus extremos apolares hidrofóbicos dirigidos en yuxtaposición hacia
el centro de la bicapa, las proteínas pueden localizarse en la superficie
exterior o en la interior de la bicapa lipídica (proteínas extrínsecas) o bien
en la matriz fosfolipídica (proteínas intrínsecas); algunas están embebidas en
la bicapa pero asoman hacia el exterior, el interior o ambos lados La membrana
tiene una doble función, proporciona protección y aislamiento; además es la vía
por donde se produce el intercambio de sustancias entre la célula y el medio
exterior, mediante procesos de difusión, transporte activo, así como de
ósmosis. En algunas células la membrana externa está rodeada por una pared
rígida o película dura. Estas estructuras externas son aditamentos inanimados
de la superficie de la membrana que no afectan de modo sustancial la
permeabilidad de la célula. En las plantas, la cubierta exterior se denomina
pared celular y está compuesta de celulosa. La pared celular brinda sostén e
incluso puede evitar que la célula reviente en los medios hipoosmóticos. La
pared celular es el producto de las actividades sintéticas del protoplasto
(protoplasma de la célula vegetal).
El citoplasma es un líquido viscoso de consistencia
gelatinosa y su estructura corresponde a la de un coloide (constituido por una
gran cantidad de moléculas de diferentes tamaños), en el que están suspendidos
los organelos y las microestructuras celulares.
El citoesqueleto está constituido por tres grandes sistemas
de filamentos: los microtúbulos, los microfilamentos y los filamentos
intermedios. Estos filamentos se encuentran por todo el citoplasma e
interaccionan con la mayoría de las membranas de la célula. El citoesqueleto
está involucrado en funciones celulares sumamente importantes, entre ellas
tenemos: regulación del movimiento de algunas proteínas de membrana, división
celular, transporte citoplásmico, contracción, movimiento celular, etc. Las
funciones del citoesqueleto están reguladas por numerosas proteínas que se
asocian a los filamentos debido a la acción hormonal. Tanto los filamentos como
sus proteínas asociadas pueden presentar anomalías que se expresan finalmente
como alguna patología celular. Entre las enfermedades en las que el
citoesqueleto se altera están la enfermedad de Alzheimer, algunos padecimientos
en los que se afecta la forma de los eritrocitos y el cáncer.
El retículo endoplásmico es una red de
membranas en forma de plegamientos que parecen separar porciones de citoplasma
y forman una red ininterrumpida que se prolonga desde la membrana celular hasta
la membrana nuclear. En algunas regiones de la célula se ve como una serie de
discos o sacos aplanados. En muchas partes de la célula el retículo
endoplásmico está asociado con unos pequeños gránulos densos situados a lo
largo del borde exterior de su membrana. Estas estructuras se denominan
ribosomas y le dan aspecto rugoso a ciertas regiones del retículo, por lo que
éste se conoce como retículo endoplásmico rugoso en estas regiones, se asocia
con la actividad de síntesis de proteínas. El retículo endoplásmico liso no
contiene ribosomas y se observa en regiones celulares que participan en la
síntesis y el transporte de lípidos o en la destoxificación de una variedad de
venenos. La función del retículo endoplásmico es transportar las moléculas, las
proteínas y los lípidos, y probablemente otras moléculas. También puede servir
de almacén de enzimas, como las que participan en la síntesis de esteroides, de
ahí que se piense que influye en la biosíntesis de estos compuestos.
Las vacuolas son regiones transparentes y bien definidas
del interior de la célula que contienen agua y materiales disueltos. Funcionan
como depósitos de líquidos y sales que, de otra manera, podrían interferir con
los procesos metabólicos que ocurren en el citoplasma. La membrana que rodea a
la vacuola se conoce como tonoplasto; por ejemplo, los organismos que viven en
agua dulce tienen esta estructura que les es útil para impedir la acumulación
de líquidos. En diversas células existen vacuolas que contienen enzimas
digestivas y que se forman alrededor de partículas alimenticias ingeridas.
El complejo de Golgi posee una estructura membranosa que
semeja a una pila de sacos o vesículas aplanadas y son continuación de los
canales del retículo endoplásmico liso; están limitados por una membrana
llamada dictiosoma. La porción externa del complejo de Golgi expulsa su
material secretorio dentro de glóbulos rodeados por una membrana llamada
vesícula secretora y que emigran hacia la superficie de la célula. Las
vesículas son más pequeñas que las vacuolas y desempeñan una variedad de
funciones, de las cuales el transporte es una de las más importantes. La
principal función del complejo de Golgi es el almacenamiento, la modificación y
el empaque de sustancias de secreción, debido a que están particularmente
desarrolladas en células secretorias como el páncreas.
Las mitocondrias son organelos esféricos o con forma de puro
particularmente prominentes en células con gran actividad metabólica. Las mitocondrias
tienen doble pared; una membrana exterior lisa que representa los límites
externos y una membrana interna sumamente plegada. Los pliegues o crestas se
proyectan hacia el interior del organelo y poseen una variedad de enzimas
embebidas en su estructura. Estas enzimas participan en la degradación
sistemática de moléculas orgánicas para producir la energía que la célula
necesita.
En la mitocondria se
desarrolla el proceso de fosforilación oxidativa en íntima conexión con los
procesos de respiración celular, cadenas respiratorias; al igual que los
cloroplastos las mitocondrias tienen su propio ADN y sus propios ribosomas, es
decir, se multiplican independientemente del resto de la célula y al parecer
controlan la síntesis de sus propias membranas.
Los cloroplastos son organelos exclusivos de organismos
autótrofos fotosintéticos del reino Plantae que están rodeados por una membrana
externa que rodea a una matriz, el estroma. En el estroma aparece una serie de
membranas que adoptan la forma de bolsas aplanadas, los tilacoides. Estas
bolsas aplanadas o tilacoides, forman apilamientos que recuerdan a una fila de
monedas y se les denomina grana. Las membranas de los tilacoides contienen los
pigmentos: clorofila y carotenoides que se encargan de realizar la
fotosíntesis, esto es, la captación de la energía luminosa para transformarla
en energía química.
Los ribosomas son una serie de cuerpos esféricos o
elípticos, constituidos por dos subunidades de ácido ribonucleico y proteínas
de diferente tamaño. En los ribosomas se ensamblan las moléculas de proteínas;
en ocasiones varias unidades de ribosoma se asocian a través de una cadena de
ácido ribonucleico, dando lugar a una estructura denominada polisoma. Los
ribosomas participan en la síntesis de proteínas, debido al ácido ribonucleico
que contienen.
Los lisosomas se asemejan por su forma a las mitocondrias,
pero son más pequeños y tienen una sola membrana delimitante. Contienen enzimas
tan poderosas como las enzimas hidrolíticas (lipasa, proteasa, amilasa, etc.)
que de no estar encerradas dentro de la membrana lisosómica impermeable,
digerirían los componentes celulares. Los lisosomas participan en la digestión
intracelular y quizá también sean importantes para la destrucción de ciertas
estructuras durante el proceso de desarrollo.
Los peroxisomas presentan forma de vesículas y son los
responsables de catalizar las reacciones de formación y destrucción de
peróxido, así como de la oxidación de ácido glicólico, propio de los vegetales.
El núcleo generalmente se localiza en la porción
central de la célula y está separado del citoplasma por una envoltura formada
por dos membranas (membrana nuclear); que se fusionan en ciertas zonas y en las
que se forman poros (orificios) que sirven como salida directa para ciertas
sustancias del núcleo. Todo el ácido desoxirribonucleico cromosómico se
encuentra empaquetado en fibras de cromatina gracias a su asociación con una
cantidad igual de proteínas llamadas histonas. El contenido nuclear
(nucleoplasma) se comunica con el citosol por medio de unas aberturas de la
envoltura nuclear denominadas poros nucleares y contiene también al nucleolo.
El núcleo es una de
las partes más importantes de la célula, debido a que es el responsable de
regir los procesos de reproducción de la célula, además proporciona información
hereditaria a través del ácido desoxirribonucleico que forman los cromosomas
presentes en él.
El nucleolo es un denso corpúsculo que contiene las
unidades de los ribosomas, está constituido en gran parte por ácido
ribonucleico y proteínas; representa una estación de tránsito y acumula el
ácido ribonucleico (ARN) en espera de pasar al citoplasma. El nucleolo es
responsable de la formación de ribosomas y adquiere particular importancia
durante el proceso de división celular; sin embargo, también se manifiestan en
células que ya no se dividen, por ejemplo, en los leucocitos de la sangre. A su
vez, el nucleolo participa en el metabolismo del ARN.
Los centriolos parecen un par de varillas cilíndricas;
están situados justo encima de la membrana del núcleo y dado que sus ejes
longitudinales son perpendiculares entre sí, forman una cruz. La estructura
microtubular del centriolo es idéntica a la del cuerpo basal. La función del
centriolo es la formación de cilios y undulipodios, así como el control de la
actividad de los mismos, y probablemente intervienen en la formación del huso
acromático, una estructura esencial en los procesos de división celular
(mitosis y meiosis).
Los cilios y undulipodios son estructuras
piliformes (con forma de pelos) ancladas por uno de sus extremos y capaces de
ejecutar diversos movimientos con su extremo libre, están forrados por una
membrana continua con la membrana celular. Deben su movilidad a estructuras
llamadas microtúbulos, son estructuras cilíndricas largas y huecas; constan de
dos subunidades proteínicas llamadas alfa tubulina y beta tubulina, que se
combinan para formar la unidad básica del microtúbulo. Estos pares unitarios se
apilan extremo con extremo para formar un largo hilo denominado protofilamento.
Trece de estos protofilamentos están dispuestos unos al lado de otros, en
sentido paralelo, formando un círculo, algo así como los postes de una valla
circular, con lo cual se integra el microtúbulo. Presentan otro par de túbulos
en el centro y los conjuntos periféricos están formados por dobletes de tubos,
además presentan un cuerpo basal; una característica de los cilios y
undulipodios maduros es que no se encuentran incluidos en el citoplasma, sino
salen de él y generalmente obtienen el recubrimiento de la membrana.
Los undulipodios, por
lo general, se presentan en poca cantidad (1 a 3) y su longitud es mayor en
comparación con la de los cilios, los cuales son muy numerosos y su longitud
generalmente es corta. La función primordial de los cilios y undulipodios es
dar movilidad a las células, ya sea en forma individual, en el caso de los
undulipodios, o bien, en forma conjunta, en el caso de los cilios.
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